El vergonzoso Pacto del Euro en Fuengirola

La legislatura ha comenzado en Fuengirola con consenso. Y eso, desde luego, es toda una noticia viendo lo crispado que viene el ambiente político desde la precampaña pasada. Lástima, sin embargo, que esa coincidencia de criterios que une a las tres formaciones políticas de la Corporación (PP, PSOE e IU) se haya producido en torno a los sueldos de los concejales. 

Ha tenido que ser la prensa (y esto es un notición por ser excepcional en un municipio como Fuengirola) la que destape un asunto que, esta vez, no sólo Pachina pretendía ocultar, sino que en el ardid ha participado, incomprensiblemente, la oposición. 

En concreto, ha sido el diario Málaga Hoy el que ha revelado que, en la sesión plenaria del pasado 17 de junio, la Corporación aprobó una subida de sueldos para los ediles del gobierno local de ¡hasta un 60 por ciento!. En la información publicada, que firma el que fuera columnista del diario SUR, Ramón Triviño, se detalla que esa subida supone un 35 por ciento más en las retribuciones de los dos tenientes de alcalde, Ana Mula y Pedro Cuevas (por cierto, éste último solicitó en su día, además, la compatibilidad para el ejercicio de su actividad privada) hasta situarse en los 57.333 euros al año para cada uno. Los miembros de la Junta de Gobierno local con dedicación exclusiva percibirán un 22 por ciento más de lo que venían cobrando hasta ahora y alcanzan los 54.148 euros anuales. Mientras que los concejales del PP con dedicación exclusiva que no forman parte de esa Junta, ven incrementados sus emolumentos en casi un 60 por ciento; es decir, 44.592 euros al año. 

La noticia, además, recoge la curiosa figura de la dedicación a tiempo parcial del 95 por ciento de la jornada, un traje que Pachina ha hecho a medida de Ignacio Souvirón para que pueda seguir su actividad privada (es médico) y que percibirá del erario público 51.441 euros cada año.

Viendo la situación actual de las arcas municipales en todo el país, teniendo en cuenta que hace justo un año el gobierno de Oña aprobó una rebaja del sueldo de los ediles de entre el 5 y el 7 por ciento y sumándole la indignación de la ciudadanía hacia la clase política y sus maneras, no es de extrañar que la medida aprobada en el Pleno de Fuengirola se haya convertido en una noticia de cobertura nacional, como lo confirma la información que hoy mismo lleva en sus páginas el diario Público. 

Curioso, por cierto, es el tratamiento de la noticia en la página web de Canal Sur, en la que informa del incremento de las retribuciones a los ediles del gobierno municipal de Fuengirola, pero omite el hecho de que tal subida ha contado con el apoyo explícito de los dos partidos de la oposición, el PSOE e Izquierda Unida. Tampoco queda reflejado este dato en la pieza emitida en los informativos de la televisión pública andaluza.

El diario Málaga Hoy, el medio de la exclusiva, también incurre en el error de eximir a de responsabilidad a la oposición al titular Oña eleva hasta un 60% el sueldo de sus ediles con el silencio de la oposición. Porque la realidad es que la oposición no estuvo en silencio, sino que votó afirmativamente a la medida. Y alguna valoración de ello ya se puede encontrar en artículos de opinión como el del subdirector del Málaga Hoy, Javier Gómez. 

Busquemos ahora el por qué a todo esto. ¿Por qué el gobierno de Pachina lleva a cabo esta subida de sueldos cuando la tendencia general es la contraria (incluso su propio partido ha recomendado una disminución de las retribuciones de los cargos electos y lo está llevado a cabo en muchas administraciones) y justo un año después de haber aprobado una rebaja de esos mismos salarios? Según el argumento que la regidora ha ofrecido a través de los medios de comunicación, el aumento de los salarios de los ediles no incumple la recomendación de la FAMP al respecto; de hecho, tal como explica, éstos quedan un 30 por ciento por debajo de ese límite sugerido.

Sin embargo, Oña no aclara por qué, si el baremo por el que se rige es lo establecido por la FAMP, no cumple los criterios salariales también en cuanto a los concejales de la oposición que hasta ahora, no venían percibiendo salario alguno, tan sólo indemnizaciones por asistir a comisiones informativas y a plenos.

Pero es que la recomendación de la FAMP acerca de estas remuneraciones lo que hace es fijar un máximo para los emolumentos pero la cuantía exacta que debe estar supeditada a la situación económica de cada administración local. Por eso, la cuestión no es si los actuales salarios del equipo de gobierno están por debajo de lo que marca la Federación Andaluza de Municipios y Provincias o son los más bajos de la provincia (algo que es discutible de por sí), tal como argumenta Esperanza Oña, sino si el estado de las arcas municipales de Fuengirola se los pueden permitir. Porque, en este contexto de crisis económica y tras la reciente subida de sueldos aprobada, el dato objetivo es que en estos cuatro años el Ayuntamiento de Fuengirola gastará en los salarios de los ediles de la Corporación más dinero de lo que lo hizo en la anterior legislatura. Y esto es lo que debe ser sometido a análisis y valoración. 

En cualquier caso, más allá de las explicaciones dadas, provocadas por la prensa (y no por la oposición), esta alcaldesa ha vuelto a demostrar su falta de honestidad y de decencia política. Diez días después de aprobar en el pleno esta subida salarial a sus concejales, compareció ante los medios de comunicación para anunciar las medidas de un Plan Municipal de Austeridad, y ni siquiera hizo referencia al encaje que en él tienen los nuevos sueldos de los ediles (tampoco, una vez más, osaron preguntar los periodistas locales, todo hay que decirlo). Su única alusión al tema fue asegurar que

las retribuciones de la Corporación Municipal quedan congeladas durante los cuatro años de mandato.

Lo que no dijo fue que esa congelación se produce diez días después de haber aprobado una importante subida.  

¿Y la oposición?

La otra pregunta clave que subyace en torno a este asunto es por qué la oposición se ha prestado a este espectáculo. La respuesta, por decirlo sin ambages, es que esto desprende un tufo a pacto que espanta. El escenario apunta claramente a un acuerdo en el que el gobierno local concede liberar a media jornada a dos ediles de la oposición (uno por grupo) y a cambio, se ahorra las críticas y la denuncia pública sobre la subida de los sueldos de los concejales del Ejecutivo Municipal.

De esta manera, si en la pasada legislatura los concejales del PSOE y del PA, en la oposición en Fuengirola, no percibían remuneración alguna por ello (sólo indemnizaciones por asistencia a plenos y comisiones); en estos próximos cuatro años, un edil socialista y uno de IU recibirán 800 euros mensuales (16.000 euros anuales). Y con esta jugada, Pachina ha logrado algo más que evitar la oposición de sus adversarios al acuerdo del aumento salarial. 

Lo primero que ha mostrado Oña con este movimiento es que la oposición tiene precio (y además, bastante asequible). Durante toda la anterior legislatura, los socialistas se han desgañitado denunciando que la mala gestión del gobierno del PP y sus innumerables casos de despilfarro han provocado una ruina económica en el Ayuntamiento. En concreto, el líder socialista, Javier García León, durante la pasada campaña electoral se ofreció como un alcalde sin engaños y cifró la deuda municipal en más de 100 millones de euros. Entonces, ¿cómo, con una deuda de esta magnitud, el portavoz socialista y su grupo municipal apoya una subida de hasta un 60 por ciento en el sueldo de los responsables de esa misma ruina económica? ¿Es posible que todo eso quede aparcado por media liberación de 800 euros para un concejal del PSOE? ¿Qué pensarán los más de 5000 votantes que han dado su apoyo a los socialistas en los pasados comicios? 

Pero si difícil de entender es el apoyo socialista a este incremento salarial, peor digestión tienen las declaraciones de García León para justificar su voto afirmativo. El que ha sido candidato del PSOE a la Alcaldía fuengiroleña, cuestionado por algunos medios de comunicación, ha justificado su decisión en el pleno porque no se considera la persona más idónea para valorar si el equipo de gobierno cobra mucho o poco; algo que, en su opinión, debería hacer la ciudadanía. Lo primero que se desprenden de estas palabras es que, un mes después de las elecciones municipales, García León parece haber olvidado cuál es su responsabilidad y la del resto de compañeros de oposición en la Corporación local. Cinco millares de ciudadanos le situaron en esa posición para que fiscalizase la actuación del Ejecutivo de Oña y plantease alternativas en función de la opción ideológica del partido al que pertenece. Si no se considera la persona más idónea para valorar medidas de este tipo adoptadas por el gobierno municipal, está demorando su renuncia al acta de concejal. Pero es que, además, si es cierto que no se cree se la persona más idónea para valorar el sueldo del equipo de gobierno, ¿por qué votó a favor de ese incremento salarial? El voto afirmativo es, claramente, una valoración, en tanto en cuanto, supone una aceptación de la propuesta. 

Izquierda Unida, por su parte, tampoco ha tenido un estreno afortunado. Todo lo contrario. A las primeras de cambio ha demostrado una candidez y una inexperiencia propia de quienes han estado alejados del terreno institucional demasiado tiempo. Su portavoz municipal, José Miguel López, ha justificado el apoyo de su partido a la subida salarial en que no se ha incumplido el acuerdo de la FAMP. Ni se le ha ocurrido plantearse que hace un año se aprobó una bajada de esos mismos sueldos en Fuengirola, ni el escenario de crisis económica, ni el movimiento 15M, ni la situación de las arcas municipales. Sólo le dijeron que se respetaba la recomendación de la FAMP en cuanto a remuneraciones de cargos electos y le pusieron por delante media liberación de 800 euros para que distrajera la mente de pensamientos impuros. 

Por lo demás, el otro logro de Pachina en este tema es que ha conseguido, en menos de un mes de legislatura, igualar por lo bajo a la oposición. Es decir, al Grupo Municipal Socialista, con una representación de cinco concejales y una presencia permanente en la Corporación de Fuengirola en tiempo democrático, le ha situado al mismo nivel que a Izquierda Unida, que ha obtenido dos concejales después de 16 años fuera del Ayuntamiento fuengiroleño. ¿Por qué los socialistas, teniendo más del doble de ediles que IU, han aceptado tener la misma media liberación que la coalición de izquierdas? Porque fue lo único que nos propuso la alcaldesa ha respondido el portavoz del PSOE, Javier García León, a la prensa. La resignación, la incapacidad de mostrar iniciativa y la predisposición a no rebelarse que denotan estas palabras resultan desalentadoras de cara a la presente legislatura. No ha sido una opción para los socialistas, a tenor de esto, la posibilidad de oponerse a esa indecente subida salarial para el equipo de gobierno y, al mismo tiempo, reivindicar medios y recursos justos para realizar un trabajo de oposición democrática. No.  

De esta forma, el primer gran asunto de la legislatura que ahora comienza, el sueldo de los cargos electos, se ha saldado con un resultado nada esperanzador para la vitalidad democrática de la Corporación. Frente a los 18 concejales del PP con dedicación exclusiva (uno de ellos, con un 95 por ciento de dedicación, para ser exactos); habrá sólo un concejal de la oposicion liberado (medio del PSOE y medio de IU). Pero lo peor de esto es que, este injusto y antidemocrático reparto, goza de la unanimidad de los vencedores y vencidos en lo que podemos llamar como el vergonzoso Pacto del Euro en Fuengirola.