Cada año, a mediados del todavía presente mes de junio, la ilusión y la expectación se apodera de los ciudadanos de Fuengirola ante la izada de las Banderas Azules que pretenden acreditar la buena salud de las playas; un solemne acto que protagoniza, sin rubor de ningún tipo, la ilustre y orgullosa regidora de La Villa Blanca, Esperanza Oña.
Así fue en 2008, cuando una sonriente Pachina, acompañada de dos de sus acólitos más disciplinados, tiró de la cuerda ante los medios de comunicación, para ver cómo, cara al sol, la bandera ascendía por el mástil y se situaba en el extremo más alto, ondeando con suavidad y armonía.