Ante una lista de candidatos se piensa que, felizmente, sólo puede ser elegido uno. Noel Clarasó.
Cien días y contando hacia atrás para las elecciones municipales. Y el panorama político de Fuengirola se va aclarando. Quizá demasiado.
Ya contamos aquí en la entrada ‘La primera lista, la del PSOE’, que en Fuengirola, han sido los socialistas los más madrugadores en aprobar la candidatura (todavía no la han presentado públicamente) con la que concurrirán a las elecciones municipales de mayo.
La siguiente en hacerlo es Pachina. Hace unos días, la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, recibió como candidata a la Alcaldía por el PP el apoyo público de Javier Arenas en un multitudinario acto. Y claro, Esperanza Oña no iba a ser menos… sino más. Así que para la presentación de su candidatura se trae al propio Arenas (que está de gira en su ¿último? asalto a la Junta de Andalucía) y a un mujer de peso en su partido, Rita Barberá, la alcaldesa de Valencia (hablaremos de la lista popular en próximas entradas).
Pues bien, tras el PP, presumiblemente habrá de hacerlo la tercera fuerza en discordia, el Partido Andalucista, aunque esto todavía no está cerrado. La marcha del actual portavoz municipal del PA, Cristóbal González, candidato en los dos últimos comicios (de quien ya hablamos en el post “Cristóbal: de rebelde independiente a andalucista amansado”) ha generado más dudas en el proyecto andalucista en esta ciudad. El todavía concejal del PA en Fuengirola ha decidido encabezar la candidatura andalucista en Mijas. Y ello ha provocado un cierto desasosiego en el seno de su formación. Ha sido el actual secretario local del PA en esa ciudad, y también secretario del Grupo Municipal Andalucista, Pedro Morgado, quien ha dado un paso al frente para tomar el relevo. Sin embargo, se está encontrando muchos problemas para poder concurrir con ciertas garantías a las elecciones locales.
Al abandono de Cristóbal González hay que unir el hecho de que una de las voces referentes en el seno del PA en esta última etapa en Fuengirola, Francisco Trúncer, quien llegó a ser incluso secretario general de este partido en el municipio, hace algún tiempo que dejó de pertenecer a la formación. Además, y por si fuera poco, la renuncia del actual portavoz provincial del PA, Óscar Camacho, a sus responsabilidades en la Ejecutiva Local Andalucista, también deja algo huérfano de referentes en el municipio a este partido. Es por ello que con objeto de incorporar perfiles de cierta trayectoria en la política local, los andalucistas han tratado de ‘fichar’ para su lista electoral al coordinador de la Asamblea local de Los Verdes en Fuengirola y Mijas, Víctor Blasco. Sin embargo, esta opción tampoco ha cuajado ya que Blasco ha decidido formar parte de una interesante candidatura electoral en el municipio mijeño de la que trataremos de recabar más información. Esto, por otra parte, supone la más que posibilidad de que Los Verdes, por primera vez en mucho tiempo, no presente lista a los comicios locales en Fuengirola.
En cualquier caso, esta negativa, sumada a los anteriores hechos descritos, han generado cierta desmotivación en el seno del PA, donde tratan de apurar sus opciones de configurar una lista antes de que concluya el plazo.
Por cierto que no han sido los andalucistas los únicos que han intentado incorporar a Víctor Blasco a su candidatura. El PSOE hizo lo propio, aunque con la misma respuesta. La verdad es que el interés de los socialistas por el representante de Los Verdes en la zona no es nuevo, y ya anteriores candidatos sopesaron esa posibilidad. Aunque en la anterior legislatura, el PSOE logró incorporar a la que fuera co-portavoz provincial de la formación verde a sus filas, Esther Blanco, quien llegó a ser incluso responsable de la secretaría de Igualdad en la Ejecutiva Local del PSOE. Ahora, el actual candidato socialista, Javier García León, también ha tratado de incluir a Víctor Blasco en su candidatura, aunque el compromiso de éste con ese nuevo proyecto en Mijas ha abortado la operación.
Mientras, Izquierda Unida en Fuengirola sigue con su incomprensible estrategia de “no molestar demasiado”. La coalición presentará como cabeza de cartel a un joven de 25 años, profesor de Educación Física, llamado José Miguel López; hermano de la candidata a la Alcaldía que IU presentó en Fuengirola en los comicios de 2007 (a la que acompañó como número ocho), Verónica López, e hijo del candidato que IU presentó en la ciudad antes de 2007, Miguel López (gerente de Acosol) y coordinador local de la formación desde tiempos inmemoriales. Es decir, después del próximo mes de mayo, la Asamblea local de IU en Fuengirola habrá confrontado a Pachina al padre, a la hija y al hijo (son tres hermanos). Una situación que genera todavía más extrañeza si se analiza la escasa presencia que, en la actualidad, tiene esta formación en el municipio, algo que, por otra parte, contrasta con la actividad de Izquierda Unida en municipios como Marbella, Estepona, o en la capital malagueña. E incluso con épocas pasadas de la propia formación que llegó a tener presencia en el Ayuntamiento fuengiroleño.
A partir de aquí, resulta digno de mención el hecho de que formaciones como UPyD, que en Mijas, Benalmádena y Marbella tienen actividad e intención de concurrir a los comicios, en Fuengirola ni hayan aparecido. Tampoco, candidaturas independientes. Lejos queda aquella aventura de los independientes del GIF (con el propio Cristóbal González y Francisco Trúncer como dos de los promotores). Más recientemente lo intentaron algunos expopulares como los abogados Luis Cotrina (fundador de Alianza Popular en La Villa Blanca) con Acción Plataforma de Fuengirola (APF), o Manuel López Alcaide (quien llegó a ser concejal y portavoz del Alianza Popular en el Consistorio fuengiroleño) con la Alternativa Reformadora Andaluza (ARA). O el del también letrado Ángel Llera Gutiérrez, Unión Cívica Independiente (UCI).
Para estos comicios, sin embargo, no se intuyen opciones independientes, y salvo sorpresa de última hora, la partida se jugará entre PP, PSOE, PA e IU. Y no es descabellado pensar que podemos estar ante una situación histórica: la primera Corporación municipal en Fuengirola formada exclusivamente por dos partidos. Es decir, el cortijo de Pachina acabaría así transformándose en su imperio.
Pero, más allá de especulaciones, este escenario lo único que sí viene a confirmar es la paupérrima vida política que hay en esta ciudad costasoleña. No se trata de imitar a Benalmádena con hasta once formaciones con posibilidades de meter la cabeza en la próxima Corporación Municipal, pero de ahí a la nada hay un camino intermedio por explorar. Veinte años de reinado de Esperanza Oña en Fuengirola, más allá de las consecuencias (positivas y negativas) de sus políticas, han provocado un claro efecto disuasorio en posibles alternativas. Desde su llegada al poder, cada cuatro años, Pachina ofrece el mismo trueque a la ciudad: “cambio obras por política”, o lo que es lo mismo, “os arreglos calles, os hago plazas y os construyo parques; y de lo demás, me ocupo yo”. El pacto es sencillo; hasta la fecha, los ciudadanos se lo han comprado, y probablemente lo volverán a hacer en los comicios de mayo.
Dice un viejo proverbio oriental que “cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo”. En Fuengirola, nadie podrá decir que su gente es necia. Allí no miran al dedo. Ni a la luna. Sólo al suelo, que es lo que manda la emperatriz.
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