Las bicicletas no son para... Pachina

En septiembre del pasado 2009, desde El Fijador ya apostamos por la promoción de los transportes públicos alternativos para una ciudad como Fuengirola; en especial, por el fomento del uso de la bicicleta. Para ello, colocamos como ejemplo una de las incorporaciones más recientes a esta propuesta: el sistema público de bicicletas de Antequera.

Ahora queremos insistir en ello, aportando nuevos datos por si Pachina se anima. Aunque lo cierto es que no tiene motivos para oponerse, salvo su tozudez para ignorar/rechazar asuntos que no nacen de su privilegiada mente.

Para empezar, un sistema público de bicicletas sería muy acertado para una ciudad de las características de Fuengirola. De poca extensión (10 km2) y de orografía plana (sin cuestas).

Pero es que, además, el esfuerzo económico del Ayuntamiento para llevar a cabo esta iniciativa puede ser perfectamente asumible, ya que la propia Junta de Andalucía está promoviendo el uso de 'transportes saludables'. En este sentido, es interesante comprobar que la Agencia Andaluza de la Energía (dependiente de la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa) ha invertido ya dos milones de euros en la puesta en marcha de servicios públicos de bicicletas. En concreto, en 2008 se habilitaron 17 puntos públicos con 18.000 vehículos, lo que ha permitido ahorrar un millón de litros de combustible. Y en 2009, fueron otros siete puntos, dos de ellos en la provincia de Málaga; en el PTA y en el citado municipio de Antequera. Para este año 2010, serán siete sistemas nuevos, uno en Vélez-Málaga.

La Administración Autonómica, en todos estos casos, se encarga de suministrar  las bases y las bicicletas de las que se compone cada sistema, así como la infraestructura necesaria para su completa instalación y puesta en marcha y se encarga de su mantenimiento durante el primer mes. Además, forma a los responsables de la gestión del sistema designados por las entidades, en su manejo y gestión.

Por su parte, el Ayuntamiento o la Universidad son las encargadas de analizar las ubicaciones óptimas de las bases de entrega y recogida de las bicicletas. También debe realizar un seguimiento periódico (mediante encuestas) de la opinión de los usuarios sobre el servicio. Y deben comprometerse a mantenerlo en funcionamiento durante al menos dos o tres años, según cada convenio, asumiendo los posibles costes y la reparación de bicicletas.

Esto en cuanto a la implantación del sistema de vehículos. Pero es que, además, la Junta de Andalucía, a través de la Consejería de Medio Ambiente, promueve la creación de carriles bici. De hecho, en abril del pasado año concedió más de ocho millones de euros en ayudas para estas iniciativas. Una medida de la que, entre otras localidad, se benefició Mijas. ¿Qué pasa con Fuengirola? Pues en esta ciudad, sólo hay un servicio de bicicletas, de titularidad privada (ubicado en el Paseo Marítimo) y no está operativo siempre.

Por otra parte, es necesario tener en cuenta que la creación de carriles bici sobre las aceras (tal como ha venido haciendo el equipo de gobierno de Oña en la ciudad) no es una medida útil ni bien considerada entre la ciudadanía. El ejemplo patente de ello es el dictamen emitido por el Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, a propósito de las quejas recibidas por ciudadanos, y en las que, entre otras cosas, protestan por las llamadas 'aceras-bici' en Sevilla que restan espacio a los peatones (y no a los coches, como debiera ser). Es interesante leer las recomendaciones que entonces (año 2008) realizó el Defensor al Ayuntamiento Hispalense.

Desde El Fijador queremos insistir en el uso de transportes sostenibles que reduzcan la contaminación, y que en el caso que nos ocupa, contribuyen también a mejorar la salud de las personas. Así que, ante la falta de ideas y de interés en este sentido del gobierno de Pachina, animamos a la oposición, PSOE o PA, a que tomen la iniciativa y se sumen a esta corriente que empieza a 'contaminar' a instituciones como la ONU o el Parlamento Europeo.