Tímidamente, se desliza un debate interesante sobre el proceso de elección de candidaturas en el PSOE de Málaga (en el PP, por no haber, no hay ni debate). Un grupo de militantes y simpatizantes ha tratado de elevar (algo) la voz para reclamar que sean tenidos en cuenta a la hora de tomar este tipo de decisiones. En concreto, han pedido la celebración de elecciones primarias para elegir a sus candidatos. Poco nos equivocaremos si, desde ya, advertimos de que este asunto no tendrá demasiado recorrido. Como diría alguno: “Ahora lo que toca es crisis y elecciones, y dentro de poco, elecciones y crisis” (por cierto, para el PP parece ser lo mismo).
Ignacio Trillo, uno de los promotores de la iniciativa.
Foto de Álvaro Cabrera.
Ignacio Trillo, uno de los promotores de la iniciativa.
Foto de Álvaro Cabrera.
Sin embargo, merece la pena reflexionar sobre la cuestión pues incide en el funcionamiento de los partidos políticos y en cómo su estructura piramidal ha ido cercenando el debate interno hasta transformarlos en máquinas generadoras de eslóganes y titulares que deben ser asumidos internamente de manera dogmática.
La confrontación ideológica entre las distintas formaciones ha sido sustituida por una batalla para ocupar los espacios mediáticos, lo que ha transformado las formas y hasta el fondo del debate. No se formulan propuestas, no se elaboran programas, simplemente, se lanzan titulares. En este sentido, cualquier disparidad de criterio en el seno de una de estas organizaciones es antes vista como un síntoma de debilidad y falta de cohesión interna que como una muestra de salud y riqueza democrática. Y por ello, debe ser atajada de inmediato. Esto es así, en parte, por el empeño que tienen estas formaciones en trasladar una imagen de férrea unidad que impregna hasta sus discursos, como si la sociedad asumiera como normal el pensamiento único en estas organizaciones.
Ahora parece que una grieta ha dejado pasar algo de luz en este escenario con esta petición de primarias. En Málaga capital, estos militantes se han organizado mínimamente y han abierto un blog informativo en la red: agpprimarias.wordpress.com y han creado un perfil en facebook que, de momento, cuenta con 176 adhesiones.
Sin embargo, la ocurrencia no ha sentado nada bien en la cúpula socialista. Desde Málaga, Heredia se hace el sueco y asegura no haber oído nada. Conejo tampoco se da por aludido y enseña los estatutos a modo de respuesta. En Sevilla, dicen que andan “perplejos” por la reivindicación en Málaga (lo que, a diferencia de la dirección provincial, da a entender que la han escuchado, al igual que en Cádiz y en Almería).
El caso es que la respuesta del aparato es que “ya existe ese procedimiento y que debe formularse de acuerdo a lo que marcan los estatutos”. En efecto, tal como recuerdan desde Málaga, la Normativa reguladora de los Cargos Públicos del PSOE recoge el procedimiento de elecciones primarias para la selección de candidatos (artículos 53 y 54).
Sin embargo, más allá de la normativa (que contiene requisitos restrictivos, como el apoyo inicial del 20 por ciento de los afiliados), es la estructura vertical de poder la que impide la participación real y efectiva de la militancia. De hecho, tras el esperpéntico proceso seguido para la anunciación de María, y el apoyo mostrado por el aparato malagueño y sevillano, queda muy poco margen de maniobra. Con la balanza abrumadoramente inclinada por este dedazo, ¿tiene verdaderamente libertad la militancia para pronunciarse? ¿No es mejor que la dirección política se pronuncie al mismo tiempo (y en igualdad de condiciones) que los militantes? Pero, ¿esto ocurriría realmente en un proceso interno de primarias? En el caso de Málaga, desde luego, éste estaría viciado de inicio puesto que la preferencia de ‘los que mandan’ ya es pública y notoria y ello provocaría un efecto intimidatorio hacia la discrepancia (si incluso hay quien ha retirado su apoyo al grupo de primarias en facebook tras una "recomendación amistosa" de Málaga, ¿qué no ocurriría durante el proceso en sí?)
Resulta llamativo que, pese a haber hecho bandera de ello durante años (se le llamó “la fiesta de la libertad”), las experiencias anteriores en primarias dentro del PSOE han hecho recelar de este sistema al aparato del que huyó hace ya algunos años. En su lugar, las candidaturas nacen en los despachos, en una suerte de intercambio de cromos; y se tratan de legitimar (o lo que es lo mismo, disfrazar con un traje de pseudodemocracia interna) en las asambleas. Resulta curioso comprobar cómo el máximo órgano de participación interna de los socialistas apenas se utiliza para deliberar y tomar decisiones de manera colectiva, y sí, en cambio, cada vez más, como espacio para refrendar las decisiones que toman unos pocos.
Dijo Conejo, en su respuesta a los críticos (¿por qué les llaman críticos si, en teoría, reclaman el cumplimiento de los estatutos?) que piden las primarias: "Somos transparentes en el proceso y la democracia también es respetar los estatutos y normas del partido". Y lleva razón. Para empezar, han sido ‘demasiado’ transparentes en el proceso. Sobre todo, teniendo en cuenta que no debía haber habido proceso hasta que no hubiese sido autorizado por la dirección federal. Democracia debió ver el secretario de Organización del PSOE malagueño en la filtración a la prensa de la elección de María Gámez como candidata a la Alcaldía de Málaga sin que las agrupaciones de Málaga lo supieran. Y democracia debió ver también en el almuerzo celebrado el pasado 14 de mayo con algunos de los candidatos de la costa (sin que hayan sido refrendados por la militancia). Por no hablar de los golpes de timón dados en agrupaciones como las de Fuengirola, San Pedro Alcántara y Ojén, entre otras.
Decíamos al principio que difícil rumbo tiene esta reivindicación de primarias cuando la elección de candidatos en la costa se ha llevado a cabo de la misma manera. Ahora bien, también resulta llamativo que la reclamación se circunscriba al ámbito de la capital malacitana. ¿Acaso la profundización democrática en el seno de la organización socialista sólo es necesaria en esta ciudad? ¿No importa lo que ocurre en el resto de las agrupaciones? ¿Acaso lo aprueban? La verdad es que, ya que alzan la voz, deberían ser más ambiciosos y replantearse si el camino de su organización es el correcto.
1 comentarios:
UN ARTICULO BIEN LOGRADO,SÍ SEÑOR.
EL/LA AUTOR/A SABE BIEN DE LO QUE VA LA ORGANIZACION.
Publicar un comentario