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miércoles, 17 de febrero de 2010

La solidaridad de las asociaciones deja en evidencia a los partidos políticos de Fuengirola

Volvemos a acortar los plazos entre posts esta semana a propósito de la última iniciativa anunciada por el Ayuntamiento de Fuengirola, que fue demandada en El Fijador desde hace un mes. En concreto, ayer se hizo pública la organización de una fiesta benéfica para recaudar fondos que se destinarán a ayuda humanitaria y a la reconstrucción de Haití. La iniciativa procede de un grupo de asociaciones y ONGs de la ciudad que han decidido unirse para llevarla a cabo, y cuentan para ello con la colaboración del Ayuntamiento. Lo primero, la información. La cita es el sábado 27 de febrero, a partir de las 12.00 horas, en el Hogar Social del Elola. La entrada cuesta 15 euros, y habrá comida, baile en directo, actuaciones musicales y sorteos y rifas de regalos. 

Ahora, vamos con la opinión. Porque la primera duda que salta a la vista es ¿cuál es la aportación concreta del Ayuntamiento en este asunto, mas allá de la foto de Oña con las organizadoras?

Imagen publicada en la web municipal fuengirola.org

Porque sabemos que ocho asociaciones (Asociación Española contra el Cáncer, Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer, Cáritas, Cruz Roja, Asociación de Mujeres en Igualdad, Asociación de Mujeres Internacional Costa del Sol, Asociación de Hermandades y Cofradías y el Club de Leones) son las que están organizando el evento. ¿Pero qué hace el Ayuntamiento? Bueno, (vemos que) presta apoyo institucional y (intuimos que) aporta algún recurso material además de ceder las instalaciones municipales. Eso sí, siguen llamando la atención varias cosas. Por un lado, la demora en reaccionar del gobierno de Pachina ante esta tragedia (ha pasado más de un mes desde el seísmo y la fiesta es una iniciativa de las asociaciones, no del Consistorio), y la indecente austeridad que practica Oña respecto a la ayudas económicas a Haití.

En dos entradas del pasado mes de enero, en concreto, en Haití y la solidaridad de Esperanza Oña (18 de enero) y en Los partidos políticos de Fuengirola pasan de Haití (29 de enero), ya denunciamos el vergonzante silencio institucional y político que reinaba en Fuengirola sobre este asunto y la absoluta pasividad exhibida por las diferentes formaciones políticas, en claro contraste con la movilización producida en otros municipios. Desde entonces, tan sólo una declaración institucional y ahora, el anuncio de colaboración en esta iniciativa, se puede contar en el haber de los grupos políticos (siendo justos, del PP). Pueden acusarnos si quieren de hacer demagogia, pero ¿acaso no le vendrían bien a Haití esos 4.000 euros semanales que (dice el PA que) cuesta el nuevo panfleto propagandístico de Pachina? ¿O una ínfima parte del generosísimo presupuesto de Teleoña? ¿O una porción del supuesto ahorro obtenido por el Plan de Austeridad anunciado a bombo y platillo? Pero no, parece que la desgracia de Haití no es lo suficientemente importante para Oña (que sigue sin dedicarle ni un sólo comentario en su blog transcurrido más de un mes del seísmo) como para destinar fondos municipales a la solidaridad y a la cooperación al desarrollo (política que brilla por su ausencia en el Ayuntamiento de Fuengirola).

Esta actitud define bien el tipo de personas que componen el gobierno municipal. Pero también a las de la oposición. ¿Qué pasa con el PSOE y el Partido Andalucista que no han abierto la boca, ni siquiera para expresar su solidaridad como formación política? En otras ciudades, los partidos (incluso estando en la oposición) han promovido iniciativas solidarias que han recaudado fondos con Haití. Y lo han hecho en colaboración con asociaciones y ONGs, con empresarios. Con la sociedad civil. Sin embargo, en Fuengirola nada de eso ha ocurrido, y los socialistas y los andalucistas han vuelto a dejar la iniciativa, incluso en este tema, al gobierno del PP. ¿Será porque los pobres haitianos no votan en las elecciones municipales? Lo grave de este asunto es que en él confluye una escasa sensibilidad social por parte de los representantes políticos municipales con una alarmante falta de iniciativas. Menos mal que las asociaciones, la sociedad civil, está capacitada para cubrir este vacío.

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