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martes, 23 de febrero de 2010

Bienvenidos al circo de Pachina

Pachina intensifica el paso mientras pone a punto la artillería electoral. El pasado 5 de febrero, en la entrada 'Oña apunta a la Junta desde Fuengirola', reflexionábamos sobre los resultados de la encuesta del IESA que, por primera vez, daba como vencedor de los comicios autonómicos al Partido Popular, y apuntábamos que este pronóstico espolearía, todavía más, a Esperanza Oña en su propósito de utilizar Fuengirola como trampolín de asalto a la Junta de Andalucía.

En este tiempo, por cierto, también hemos conocido los resultados de otro sondeo, en este caso, el encargado por CEPES, da la victoria también a los populares. Así que, ahí encuentra todavía más carbón la maquinaria de la derecha.

Y la traducción de esto en Fuengirola la podemos visualizar en la sesión plenaria celebrada ayer que fue emitida por TeleOña, al menos, en dos ocasiones y que trataremos de analizar (¿por qué no se retransmiten también los plenos a través de internet para darle mayor difusión?). Para empezar, tenemos que los principales asuntos abordados tenían como propósito exigir, solicitar o instar a otras administraciones. Es decir, traducido en el lenguaje de Pachina, 'montar el escenario idóneo' para arrearle al PSOE. Y ello, lo hizo ayer con la clara y vergonzante complicidad del Partido Andalucista, cuyo único concejal, Cristóbal González, se prestó sin el menor sonrojo. Y lo que es peor, no es la primera vez. Ya reflexionamos sobre ello en El Fijador en octubre del pasado año, en la entrada titulada 'Cristóbal: de rebelde independiente a andalucista amansado', que merece la pena ser recordada pues parece explicar muchas cosas. Como el hecho de que el PP admita mociones del PA en el orden del día de los plenos (y de los socialistas no), y que, además, éstas hagan referencia a asuntos que no son competencia municipal. Entre las propuestas del concejal andalucista y los apoyos que éste brindó a las iniciativas de los populares, lo de ayer resultó ciertamente grotesco.

En este contexto, Oña lo tuvo fácil para sorprender a la oposición con una de sus habituales 'emboscadas'. Por urgencia, 'coló' una propuesta para exigir al Ministerio de Medio Ambiente que archive los expedientes sancionadores abiertos a los chiringuiteros, y convocó a algunas de estas familias en el salón de plenos del Ayuntamiento (estas personas deberían aparcar la intranquilidad y el desasosiego que les genera su situación y reflexionar si, de verdad, las distintas iniciativas que lleva a cabo Oña en los plenos, tienen utilidad para su futuro o realmente están siendo utilizadas con un fin electoral).  



No era la primera vez que la alcaldesa organizaba uno de sus 'circos' para arrear al PSOE con público (tratando de reproducir esas ejecuciones públicas que se producían en las plazas durante la Edad Media). Ya en diciembre de 2008, Pachina montó un gran tinglado en el Ayuntamiento, convocando un pleno extraordinario y llenando el salón de chiringuiteros que aplaudían sus intervenciones (como si la alcaldesa pudiera solucionar el problema). Sin embargo, la jugada de ayer sorprendió a la oposición. En especial a los socialistas, puesto que el bueno de Cristóbal González lo tenía muy fácil con levantar el dedo para votar a favor de lo que propusiera Pachina. Reaccionó mal el PSOE, en cambio, que se dejó amedrentar por el escenario y se olvidó el sentido de su voto en anteriores iniciativas relativas a los chiringuitos, y lo que es peor, su posición sobre el asunto. Se evidenció en la intervención del portavoz socialista, Javier García, quien ni supo plantear una alternativa a la propuesta del PP ni tampoco supo articular bien su discurso (demasiadas referencias vagas a aspectos que no tenían que ver con la cuestión) para justificar el cambio de voto. Y es que, la abstención y el voto en contra a los brindis al sol que el PP proponía, habían sido la elección socialista. Hasta ayer, que apoyaron la propuesta del equipo de gobierno. En el PSOE, de hecho, son conscientes de que no supieron explicar bien su posición, y se han apresurado a hacerlo a través de un escueto comunicado en el que expresan su apoyo a los chiringuitos.

Otro gran asunto del pleno tuvo como objeto de debate el prometido Hospital para la zona de Fuengirola y Mijas. Es decir, más caña al PSOE. Pachina asumió ella misma la argumentación de este punto en el que no se cortó un pelo, hizo un repaso (un tanto sesgado) de la trayectoria de este tema y anunció una campaña que incluye recogida de firmas y una carta a Griñán. Tampoco estuvo fino el PSOE que cometió un error de bulto al ignorar que era la propia alcaldesa quien defendía el asunto y no enfrentar dialécticamente al portavoz socialista, Javier García con ella (y más teniendo en cuenta que se postula como candidato socialista a la Alcaldía en 2011). Fue, sin embargo, el edil Francisco Ariza el que trató de explicar la posición de su partido al respecto en un complicado debate (para ampliar información sobre la estrategia electoral de Oña respecto a la Sanidad Pública, ver Objetivo: Sanidad Pública. Doble asalto a la Junta y a Mijas)

Pero además de estas dos cuestiones. Ayer, el gobierno de Pachina pidió a la Junta que subvencione el acceso a las Escuelas de Verano en zonas con especiales necesidades; reclamó una mejora de servicios a la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental; solicitó al Gobierno Central apoyo al sector turístico y se sumó a las iniciativas planteadas por el PA de reivindicar la anulación de la sentencia a Blas Infante e instar al Gobierno de la Nación a que ayude jurídicamente a españoles que estén condenados a cadena perpetua en otros países.

Con esto, salvo la aprobación de una nueva ordenanza reguladora de licencias de apertura y las felicitaciones a deportistas de la ciudad, no quedó espacio para las cuestiones de índole local que son responsabilidad del Ayuntamiento. Ésta es la hoja de ruta que se marcó Oña desde el inicio de la legislatura y la que ahora va a defender todavía con mayor empeño de cara a los comicios de 2011, pero sobre todo, los autonómicos. Frente a esto, es a la oposición a la que corresponde inundar los plenos con aquellos problemas y cuestiones que quedan ocultos tras el veto informativo del PP. Y por ahora, no han sido capaces de hacerlo. ¿O es que no hay problemas en Fuengirola que a los que el gobierno de Oña no quiere o no puede hacer frente?

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