El PSOE quiere devolverle la gracia al PP y para ello está presentando en determinados ayuntamientos gobernados por los populares la misma moción que éstos presentaron en Estepona; es decir, eliminación de algunas tasas municipales y bajada de sueldos (y casi de pantalones) de los alcaldes o alcaldesas.
Es evidente que el propósito del Partido Popular es asfixiar al Ayuntamiento esteponero y, con suerte, provocar la disolución del mismo, o cuanto menos, demostrar su ingobernabilidad. Un objetivo, dicho sea de paso, cruel, desleal e irresponsable que pisotea a los ciudadanos sin ningún pudor. Por eso, precisamente, se antoja incoherente que los socialistas lleven a otros ayuntamientos la medida aunque sea para provocar el debate.
Hoy le toca el turno a Fuengirola. Hay pleno y los socialistas ya han anunciado que presentarán la iniciativa para poner en una posición incómoda a Esperanza Oña. Aunque la verdad es que a Pachina no le incomoda nada ni nadie. Tiene tal control y seguridad en su Villa Blanca que acabará aplastando a la oposición en el debate, una vez más. El infortunado, en este caso, es el concejal Javier García, viceportavoz socialista, al que le toca bailar con la más fea. El riesgo de esta confrontación de argumentos es que acabe convirtiéndose en un debate sobre la corrupción y el "y tú más". Seguramente, Esperanza querrá llevar el debate a este terreno para culpar a los socialistas de lo ocurrido en Estepona, y en Marbella, y en Alcaucín,... Y para ello se hará valer de su particular manera de entender el reglamento del pleno y lo retorcerá para que le favorezca. Los socialistas pueden que acaben entrando al trapo y hablen de Alhaurín, o de Gürtel, y entonces el hilo del asunto quedará completamente roto ¿Serán capaces los socialistas de romper ese corsé normativo? ¿Podrán llevar la discusión al terreno que les conviene? En cualquier caso, mañana (está tranquila Pachina) los medios de comunicación apenas recogerán los argumentos socialistas.
Sin embargo, con esta iniciativa, el PSOE tiene otro riesgo aún mayor que no poder transmitir sus ideas con claridad. Y es que, los ciudadanos no entiendan su propósito. Porque, ¿debe un concejal fuengiroleño provocar un debate sobre un asunto de Estepona? ¿Acaso no hay cuestiones de interés general en Fuengirola que sean susceptibles de ser llevadas al pleno para que haya que buscar cuestiones tan “de partidos”? Evidentemente, Javier García tiene poco que decir en este asunto y actúa como un simple “títere” de la dirección política provincial, que pretende utilizar todos los “activos” de su partido para presentar batalla los Bendodo y Cía. Pero, ¿eso beneficia a su partido en Fuengirola? Y lo que es peor, ¿le importa a alguien si no es así?
0 comentarios:
Publicar un comentario